CRUDO Colectivo (Perú).

Después de estudiar derecho y ejercerlo, a sus 33 años José Avilés encontró en la danza un espacio “de sanación”. La danza lo volvió curioso, inquieto por la experiencia del cuerpo, las diversidades estéticas, los contextos sociopolíticos y lo colectivo. CRUDO Colectivo piensa la investigación en torno al cuerpo y la performance. En su historia, que comienza en 2014, destacan las propuestas Máquina, Luna, Aycha y Toro.

Lechedevirgen Trimegisto (México).

Hace brujería y deshace el Arte por medio de maleficios culturales. Se busca en las líneas del posporno, las disidencias sexuales y de género. Desde niñe, cuando en el kinder le ponían a dibujar y hacer manualidades, supo de su relación con el arte que fue madurando en el tiempo con lecturas clandestinas, con experiencias que le mostraron otras visiones estéticas que no encajaban en la norma, en lo hegemónico.

Aunque pasó por la academia, esa que institucionaliza el arte, reivindica el empirismo, la formación autodidacta en la que ha encontrado maneras libres de expresarse frente a lo que le duele, a lo que le confronta. Se piensa antipatriarcal, anticolonial, antirracista, travesti y autore.

Karin (Carolina Vargas Posada) (Pereira).

El barrio La Esperanza es uno más en las alturas de la comuna 6 de Medellín. Allí nació Karin, la que estudiando Artes Plásticas le llegaban preguntas por ese sector del 12 de Octubre que siempre habitó. Cómo se construyó? Cuál fue el papel de las mujeres en ese proceso? Por qué se sabe tan poco de ellas? Qué hay de las que vendían empanadas? De las lideresas? De las pregoneras? No encontró respuestas en los libros, sino en intensas conversaciones con familiares y vecinas. “Tengo que contar esta historia, la que no aparece” se dijo.

Julio Salazar (Medellín).

Trabajador del campo, empleado de banco, secretario de colegio, Artista Plástico, Maestro en Antropología, jefe del departamento de Artes visuales de la Universidad de Antioquia, bailarín de danza Odissi, promotor de actividades artísticas, actor y performer, Julio Cesar Salazar si que ha vivido.

Ese niño de Concordia que en la escuela ponía especial cariño en hacer los dibujos para Biología y los mapas para Geografía siempre ha estado muy conectado con el arte aunque por razones económicas haya tenido que dedicarse a otras cosas por un tiempo. Es en la performatividad - él piensa que es el lenguaje artístico en el que puede reunir todas las cosas que ha hecho en la vida- que ha encontrado la mejor manera de expresarse y de preguntarse por nuestra relación con el mundo, con el planeta.

Sin saberlo, a Juan Carlos Pabón fue la mamá la que lo volvió artista. Él recuerda su niñez, sus mañanas y sus tardes absorbiendo las canciones y las radionovelas que su mamá escuchaba a diario. Ya en la escuela y en el colegio no le fue difícil bailar joropo, declamar, ganar concursos de canto, disfrazarse para actuar. Aunque estudio para abogado, terminó inevitablemente siendo actor, docente y luego director en su trascurrir de casi treinta años en el Teatro Popular de Medellín pero no dejó de aprender y se fue a estudiar de una manera más profunda el cuerpo y sus prácticas somáticas mediante un método que propone ablandar el entrenamiento para que el aprendizaje no sea desde el esfuerzo ni desde la meta como objetivo, sino desde el proceso. Haciendo la Maestría en Artes se da cuenta que su casa, la que tardo 17 años en construir ladrillo a ladrillo, era la obra escenográficas más grande que había hecho en su vida.

Angela Chaverra y Soraya Trujillo se conocieron en los 90. Podrían haber coincidido antes en otros espacios como en el de la Universidad de Antioquia, pero fue en el mar de San Bernardo en dónde hicieron clic. Allí no paraban de hablar y de hablar, del teatro, del arte, de la vida. Y fue tanto el parloteo que las apodaron Las urracas. Luego Soraya se inventó ImaginEros y en algún instante invitó a Angela a crear con ella.

Una historia de amor, Bruja, Doña Colombia, Lycantropos y Yersinia Pestis son las propuestas en las que han juntado, la una como directora, la otra como actriz. Desde jóvenes les inquietó la pregunta por el arte, por sus formas, y de alguna y muchas maneras se volvieron transgresoras de los cánones impuestos por las llamadas Bellas Artes: la Chaverra desde la academia como docente de la UdeA y como creadora del colectivo El cuerpo Habla. La Trujillo como líder del Colectivo ImaginEros. Ya con los años encima, aquellas urracas han vuelto a la juntanza en una propuesta artística. El mar donde se sellaron su amistad ahora es un río en que ellas habitan convertidas en bagres. Eso sí, no han dejado de echar chachara.

Lilith Border (Medellín).

Desde que tiene uso de razón, las artes y especialmente la danza han estado presente en la vida de Lilith Border. Su primer recuerdo de la niñez está en la guardería, bailando la cumbia soledeña en la celebración del Día de la madre. Desde ahí no ha dejado de bailar, en el colegio, en el Tecnológico de Antioquia, en la EPA en donde estudió Danza Folclórica. Pero más que como bailarina e interprete, se veía como formadora, directora, coreógrafa y por eso hace catorce años -cansada de la danza folclórica tradicional y del activismo LGTB convencional- crea Otredanza, una compañía que en sus apuestas, propuestas, reúne además de la danza, disciplinas como el teatro, la música, el canto y la performance.

Con experiencias únicas y complejas, Otredanza denuncia, visibiliza, reivindica y propone otras maneras de ser y asumirse como persona diversa y disidente de las normas sexuales y de género.

Majé (Medellín).

Disidente sexual, no binaria, travesti, amante del show, de la moda, Majé salió de las montañas de Nariño rumbo a las de Antioquia con el sueño de ser una estrella. Se metió a estudiar Arte en el Alma Mater y en el camino su deseo encontró otras perspectivas que lo están construyendo. Cuando se trepa y camina por las calles puede ser una diva que con sus faldas, sus blusas, sus colores, sus tacos, atrapa miradas como si fuera una vitrina andante, como algo efímero que se puede contemplar pero no tocar.

El cuerpo, su cuerpo trepado, tiene un gran poder simbólico… es consumo, es posesión, es deseo, es un objeto, es un trofeo que se puede poner exponer en una vitrina, al igual que un balón, al igual que un cáliz. El futbol -ese patriarcado-, la religión -ese fanatismo- completan junto con la moda, la trilogía actual de sus búsquedas desde el arte.

Yónatan Tobón Arango - (Medellín).

Egresadx en artes escénicas y estudiante de último semestre de artes visuales. Ha sido integrante de la Corporación Artística ImaginEros desde el 2016 en dónde se ha desempeñado en áreas de docencia, actuación, dirección y coordinación de programación.

Yónatan ha dedicado su quehacer artístico al teatro contemporáneo y la performance enfocando sus procesos de creación-investigación en temas relacionados con los sistemas de colonialidad presentes en el arte, la imagen pornográfica y las disidencias sexuales y de género.

Juan Gonzalo Saldarriaga - (Medellín).

Ingeniero Mecánico de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. Es autodidacta en flauta traversa así como en composición músical, armonía y contrapunto y se ha desempeñado en el área de docencia en música y reparación técnica de instrumentos en Yamaha Corportion. Desde el año 2007 trabaja en el estudio de la producción musical con software libre, en plataforma Linux (distribución Musix) y desde el 2010 estudia el texto La Teoría y la Técnica de la Música Electrónica (The Theory and Technique of Electronic Music) de Miller Puckette, asociado al programa Pure Data “… un ambiente para la realización rápida de aplicaciones con el fin hacer música en el computador, hecho con la intención primaria de hacer presentaciones de música en vivo.” (The Theory and Technique of Electronic Music – M. Puckette, 2006.)

Compañía Colombia Cultural - (Medellín).

Su líder, Emmanuel González Serna, tiene más de 19 años de experiencia en teatro, televisión y educación. Es Maestro en Artes Dramáticas y fundador de varias compañías teatrales, ha dirigido y participado en numerosas obras, demostrando su versatilidad y pasión por las artes escénicas. Su compromiso con la investigación y la promoción cultural lo ha llevado a colaborar con instituciones como la Alcaldía de Medellín y el Ministerio de Cultura. Ganador de premios y becas, su talento y liderazgo lo convierten en una figura destacada en el mundo del arte en Colombia.

Juan Camilo Londoño - (Medellín).

Licenciado en Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia (2011), Magíster en Investigación Artística de la Universidad Complutense de Madrid (2013) y recientemente recibió el título de Doctor en Artes de la Universidad de Antioquia (2023).

Comenzó a explorar el arte del performance en algunos ejercicios académicos durante su carrera de pregrado. Después de eso, se interesó en la teoría crítica, principalmente a través de la docencia y el estudio. Como artista profesional, su trabajo se encuentra en los cinco años iniciales, participando en exposiciones locales como "Medellín a Cielo Abierto" en el Museo de Antioquia (2019) y "Lo que te diga es mentira" en la Universidad Nacional, una residencia artística local en Casa Tres Patios (2015), y una residencia internacional en R.A.T en Ciudad de México (2015). Sus líneas de investigación-creación están relacionadas con preguntas sobre distancia y cercanía social, desigualdades, conflictos culturales, prejuicios e interseccionalidad.

Huge Sillytoe - (Inglaterra).

Huge Sillytoe es un dedo de pie enorme y tonto. También es un artista/activista multidisciplinario e investigador (auto)etnográfico que propone sus acciones y obras como exploraciones de su filosofía artística-política de absurdo-anarquismo pragmático.

Crea performances con máscaras, títeres, instrumentos musicales hechos a mano, y esculturas interactivas a menudo construidas de materiales recuperados de la basura. A veces trabaja solo o como parte de diferentes colectivos. Haciendo lo mejor de su posición artística única como un dedo de pie enorme, tonto, y metamórfico, busca crear performances que desafíen percepciones normativas del ‘sentido’ y socaven las jerarquías de poder/conocimientoto vinculado con tal ‘sentido’ construido. Así espera abrir el camino hacía un mundo más extraño y más justo. Produciendo vestuarios estrambóticos y máscaras estrafalarias y asumiendo los personajes que nacen de ellos, mientras ayuda a otros para hacer lo mismo, Huge instiga nuevos modos de relacionalidad que puede llevar a los participantes de sus performances a construir nuevos lazos.